Luego de casi una década de continuo litigio, ayer se desarrollaron los alegatos finales de la demanda que ventilan la Universidad Nacional del Altiplano (UNA) a la familia Tapia Reyes, sobre la propiedad del terreno de casi 5 mil metros cuadrados, ubicado en la avenida El Ejército 329, donde se ubica el Edificio Universitario.
La audiencia se cumplió en el despacho del Primer Juzgado Civil de Puno, a cargo del juez, José Manuel Huanca Yampara, quien escuchó a ambas partes y al final anunció que recibiría una memoria y en la siguiente fecha se dictaría la sentencia.
Tapia Reyes interpuso una demanda de reivindicación en el año 2014 (expediente 2603-2014), pidiendo que la UNA le entregue el referido inmueble. En el 2018 la universidad interpone una demanda de prescripción adquisitiva de dominio, solicitando al juzgado que la declare como propietaria por tener más de 40 años de posesión continua, pacífica y pública como propietarios.
Este pedido se da a pesar que en el año 1979, la universidad canceló el precio pactado por más de 27 millones soles oro. Las autoridades de ese entonces no exigieron que esa compra venta sea elevada a escritura pública, lo que originó que Tapia Reyes e hijos desconozcan la compra venta.
Al respecto, el rector de la UNA, Paulino Machaca Ari, reiteró que la UNA posee los comprobantes de pago y cheques. Ello fue alcanzado al juzgado, así como los testigos ratificaron la versión de que el terreno fue vendido.
Además, ayer en la audiencia, se escuchó al abogado de la familia Tapia Reyes, admitir que sus patrocinados entregaron el terreno en cuestión, solo que aseveró que la universidad no les pagó. Esto último colisiona con los comprobantes de pago ofrecidos ante el juez.
En ese sentido, el rector -quien estuvo acompañado de los dos vicerrectores Mario Cuentas y Ariel Velazco-, pidió al magistrado que analice los documentos con probidad y justicia, y que ratifique la propiedad de la UNA que hace más de cuatro décadas compró el terreno de buena fe y que escarmiente a los supuestos traficantes de terrenos.
«El único y legítimo propietario es la Universidad Nacional del Altiplano se ha pagado en forma íntegra…», dijo y advirtió que la comunidad universitaria está vigilante, así como el pueblo de Puno.
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