Los Centros de Acogida Residencial (CAR) para menores y adultos mayores de la Sociedad de Beneficencia de Arequipa no pueden recibir a más personas debido a limitaciones financieras. La brecha de atención de casos sociales crece notablemente, por lo que se necesita un mayor apoyo del Estado, aseguró la presidenta de la Beneficencia, Celina del Carpio.
La funcionaria destacó que sus recursos son limitados, por lo que solo les alcanza para internar a un número limitado de personas en cada CAR. Así, por ejemplo, en el caso del CAR Las Mercedes, ex Chilpinilla, se tiene a un promedio de 90 ancianos, que estaban desprotegidos y que fueron en varias ocasiones reportados por las comisarías o la Fiscalía. Sin embargo, debido a las limitaciones, se dejaron de atender otras 10 solicitudes.
“No tenemos espacio ni las condiciones de alimentación en nuestras viviendas para poderlos atender y darles calidad de vida”, agregó la funcionaria.
Esta misma situación se repite en el albergue El Buen Jesús, ubicado en el distrito de Paucarpata, donde se tiene internados a 70 adultos mayores y no se puede atender más casos sociales. Asimismo, en el comedor social denominado “San Martín de Porres”, ubicado en la calle Don Bosco, Cercado de Arequipa, las limitaciones económicas hacen que solo se disponga de 300 raciones al día.
Las porciones son entregadas principalmente a los albergues, y unos cuantos platos son vendidos a personas de la tercera edad con bajas condiciones económicas, generalmente jubilados, por un costo de S/ 1.50.
En el caso del albergue de menores Chaves de la Rosa, se tiene un promedio de 38 niños. Normalmente deben ser atendidos solo hasta los 12 años, pero debido a las escasas solicitudes de adopción, muchos deben quedarse hasta los 13 o 14 años, y se dejan de atender a otros menores.
“Seguramente por la pandemia no hay adopciones, por eso hago un llamado al Juzgado de la Familia para que promocione la adopción y así darles una familia a estos niños que necesitan cariño y cuidados”, agregó Del Carpio.
PROYECTO DE LEY
Frente a esta situación, la presidenta de la Beneficencia refirió que, mediante un proyecto de ley, buscan que parte del canon minero se destine a las beneficencias del país. A su criterio, esta medida permitirá que se acondicionen mejor los albergues y en muchos casos se amplíen las capacidades de atención a menores y ancianos desprotegidos.
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