Enrique Calmet y Geraldine Bermejo, siguiendo a Liubomir, y este logró fotografiarlos.Enrique Calmet y Geraldine Bermejo, siguiendo a Liubomir, y este logró fotografiarlos.

El periodista Liubomir Fernández Fernández es objeto de seguimiento y escudriñamiento por parte del entorno más cercano de Enrique Calmet Choque, un personaje que se alza como propietario de 12 mil metros cuadrados en el Politécnico Huáscar y que el intento de posesión ha provocado actos vandálicos y feroces enfrentamientos.

La encargada de indagar por su vida personal del hombre prensa es Geraldine Stephanie Dominic Bermejo Cerdeña, quien egresó de arquitecta de la Universidad Privada de Tacna y trabajadora de Enrique Calmet.

Sin Fronteras obtuvo documentos que prueban que el 18 de enero de 2022, ella solicitó la partida de nacimiento y otros de Liubomir Fernández, ante Registro Civil del municipio de Puno.

Resulta que el periodista no cae bien a sus intereses. Y es que el 26 de noviembre de 2021, el polémico personaje tomó el campo del colegio Huáscar apoyado de venezolanos provistos de armas con capacidad para herir a las personas. Por la noche, una turba de vecinos los desalojaron e incendiaron el campamento que horas antes construyeron.

El caso fue cubierto por Liubomir Fernández, para La República y en represalia el mayor PNP, Claudio Dany Osorio Julca, jefe de USE Puno lo golpeó.

Incluso uno de los cuñados de Calmet presenció el hecho y tácitamente le daba indicaciones a la Policía. Ello quedó grabado en video.

Casi un mes y medio después de aquel suceso, Geraldine Bermejo Cerdeña, trabajadora de Calmet, se empeñó en investigar la vida de Liubomir Fernández. ¿Casualidad?
vil reglaje

El 31 de enero de 2022, el periodista denunció que Enrique Calmet, le hacía reglaje. Reveló que entre la intersección del jirón Tarapacá con Libertad, una señorita le alcanzó por la espalda y a su costado estaba Enrique Calmet Choque, quien le habría amenazado diciendo: “si quieres guerra, guerra tendrás”.

LO ADMITE

Nos comunicamos con Calmet y no negó que envió a escudriñar la vida del periodistas, y dijo que era su derecho.

Sostuvo que lo hacía para desentrañar por qué el periodista se muestra irascible con él.

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