Arequipa. Como cada año, ayer 8 de marzo miles de mujeres celebraron el Día Internacional de la Mujer, y a través de mensajes, videos, marchas y otro tipo de manifestaciones reclamaron sus derechos. Sin embargo, la violencia a este grupo poblacional no ha cesado, pues el Centro de Emergencia Mujer reportó que van atendiendo, desde el año pasado hasta la fecha, más de 11 mil 500 casos en Arequipa.
VIOLENCIA PSICOLÓGICA
De estos, más de la mitad de casos los comete la pareja de la víctimas, y es un maltrato sin golpes, pero que origina grandes traumas a lo largo de sus vidas. Es la violencia psicológica, que representa al menos un 55% del total de los casos de violencia.
Erick Pumacayo, jefe de la Unidad Territorial del Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia Contra la Mujer y los Integrantes del Grupo Familiar (Aurora), explicó que las víctimas de este tipo de violencia se presentan en todos los grupos de edad, es decir desde niñas hasta mujeres que pasan los 60 años. Pero un crecimiento de casos se ha dado entre las más jóvenes.
Además de este tipo de violencia, en las estadísticas también se sitúan, con 25%, las agresiones o violencia física. No obstante, esta cifra incrementó sostenidamente durante la pandemia de la covid-19, debido a que las víctimas pasaron más tiempo encerradas con su agresor por las medidas restrictivas.
En la tabla, luego se sitúa con un 7% la violencia sexual, la cual es ejecutada en su mayoría por la pareja, expareja o algún familiar cercano o vecino.
OTRAS AGRESIONES
El resto de denuncias son por otro tipo de casos. Empero, uno de estos preocupa porque va en crecimiento, indicó Pumacayo. Se trata de violencia patrimonial, la cual representa el 1% de casos. Este tipo de violencia se caracteriza por prohibir a la mujer participar de la vida económica, es decir, está prohibida de desarrollar actividades económicas u otro tipo de programas que le brinden independencia.
MEDIDAS PREVENTIVAS
A fin de contrarrestar estas cifras, el encargado en la región informó que los centros de emergencia vienen desarrollando programas de empoderamiento económico, psicológicos, de oficios, de emprendimiento, derechos, entre otros.
Sin embargo, señaló que aún falta compromiso de los gobiernos locales y de la sociedad para evitar que las denuncias de violencia contra la mujer sigan creciendo, puesto que las cifras dadas solo representan las denuncias hechas, mas no hay una estadística de las mujeres que callan por miedo a las represalias.
Por su parte, Fiorella Mattos, representante de la asociación civil Umanos, señaló que el Plan Nacional Contra la Violencia de Género 2016-2021 tiene como indicador el reducir la violencia física y sexual ejercida contra la mujer, pero falta mayor incidencia en estrategias sociales y gubernamentales que protejan al sexo femenino, y la ley sea más estricta.
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