Juliana Masías León, de 60 años, una mujer muy querida en la zona por dedicar su vida a alimentar a los animales callejeros, murió atropellada cuando regresaba a su casa tras dar de comer a los perritos que protegía. La humilde mujer fue embestida por una cúster de placa V8R-952, de la empresa Mega Bus, que era conducida por Ángel Supo Huayta, en el carril auxiliar de la avenida Andrés Avelino Cáceres, frente al mercado 4 de Agosto.
Eran casi las 5 de la mañana cuando Juliana, como todos los días, salió de su vivienda para alimentar a los canes a un costado del puente elevado. Y cuando intentaba cruzar la vía para volver, se encontró con el caótico tránsito de esa hora, y mientras esquivaba varios vehículos, se encontró con la cúster que la arrollaría mortalmente a pocos metros del crucero peatonal.
Los comerciantes de la plataforma reconocieron de inmediato el cuerpo de la mujer que alimentaba a los perritos, pues todos los días la veían llegar con bolsas de comida. Contaron que era una persona solidaria, que ayudaba a animales abandonados, aunque ella misma viviera con pocos recursos.
El cuerpo de la querida Juliana fue llevado a la morgue central para la necropsia de ley, mientras que el chofer quedó detenido por el presunto delito de homicidio culposo.
Integrantes de la organización HOPE, que trabajaban con ella, la recordaron como “Julianita”, una mujer que daba todo por los animales, incluso lo que no tenía. Dicen que muchas veces prefería dejar de comer con la finalidad de destinar sus pocos ingresos a comprar croquetas para perros y gatos en situación de calle.
Vecinos y rescatistas contaron que Juliana era incansable; trasladaba gatitos agonizantes al albergue, apoyaba en esterilizaciones y salía de madrugada para rescatar animales heridos. “Ella dejaba de comer para que ellos comieran”, relataron.
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