Las estafas por “like” resurgen en Perú con una sofisticación alarmante, donde criminales operan en grupos de Telegram bajo la promesa de pagos por interacciones en redes sociales.
Según datos exclusivos, estas organizaciones han acumulado más de 50 millones de soles en tres años, aprovechando la desesperación de víctimas que creen en trabajos fáciles. Tras ganar confianza con pequeños montos, exigen inversiones mayores y desaparecen, dejando cuentas bancarias hackeadas.
La modalidad, que migró de WhatsApp a Telegram, inicia con tareas simples como seguir cuentas en Instagram, pero deriva en phishing al pedir datos personales y claves bancarias.
Autoridades advierten que los estafadores usan links maliciosos para robar información, mientras la policía enfrenta desafíos para rastrear estas redes transnacionales.
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