Más de 500 familias de Centro Miraflores reclaman la urgente asignación de personal médico para su puesto de salud, el cual, pese a estar construido, permanece inoperativo. Desde inicios de año, el centro está cerrado, obligando a los pobladores a viajar largas distancias para recibir atención.
Mauro Coaquira, teniente gobernador, denunció que las gestiones ante autoridades no han tenido respuesta.
«Familias con niños enfermos deben ir hasta Putina Punco, sin transporte adecuado», señaló. Rubén Apaza, exautoridad, recordó que el centro fue creado para zonas alejadas, pero su cierre en 2023 dejó a la población desatendida.
Aunque se gestionó financiamiento y se iniciaron trámites para el código RENIPRESS, el proceso está estancado.
«Muchos caminan 5 o 6 horas para llegar a otro centro», advirtió Apaza. La comunidad exige soluciones inmediatas, pero persiste el silencio oficial.
Comentarios de Facebook