El promotor cultural José Morales Serruto, en el día central de la Feria de Las Alasitas de la ciudad de Puno, que se cumplió ayer, explicó sobre el significado de dicha feria costumbrista y de cómo esta ha evolucionado en el tiempo.
Sostuvo que anteriormente la población del altiplano realizaba el ritual conocido como la «Alaka» que es un ritual de llamar la buena suerte y en este tiempo la población solamente se pide dos cosas salud y fortaleza para conseguir lo que quieres.
“Es hacer realidad sus deseos de prosperidad, es todo el significado de la Feria de las Alasitas”, mencionó, acotando que anteriormente estos rituales se realizaban en la cima de los cerros, específicamente los que tenían el nombre de Santa Bárbara.
Respecto a la ciudad de Puno, el ritual del «Alaka» dijo que se realizaba en el cerro Azoguini, luego a Machallaca y posteriormente en la Santísima Cruz 3 de Mayo del barrio Bellavista, y con el tiempo ha ido cambiando por la imposición de la Iglesia Católica y se ha desestimado a cercanías de la Chakacana.
“Más que todo ahora prima la celebración de la fiesta de la Cruz mezcladas con la tradición ancestral conocida como Alaka ahora conocida como Las Alasitas”, señaló, reiterando que la evolución se dio por la Iglesia Católica.
EKEKO
Asimismo, indicó que la figura del Ekeko o conocido como el «Dios de la Abundancia», anteriormente no era como ahora se representa con bigotes, cigarro y de contextura gruesa, sino que esta distorsión se dio en el vecino país de Bolivia.
“Este es una figura que la imponen en La Paz, más que todo el gobernador Fumarola en el tiempo de la rebelión de Túpac Catari, pero la verdadera imagen del Ekeko que lo describe Ludovico Bertonio que el Ekeko es un viejito cabezón jorobado y con un prominente pene, al que le rogaban todos prosperidad frotando su joroba”, mencionó.
Además, indicó que las mujeres que no podían tener hijos iban y le frotaban el pene para que les haga el milagro para poder engendran un hijo.
“El Ekeko es un diosecillo de la abundancia y de la fertilidad, que era venerado en el tiempo de solsticio de verano, en el tiempo que las chacras están en pleno florecimiento”, contó.
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