La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) se pronunció sobre la primera aplicación de la eutanasia en el Perú, en referencia al caso de la ciudadana Ana Estrada, quien pereció el último el último domingo 21 de abril.
Mediante un comunicado, los obispos católicos peruanos expresaron su rechazo a este método dado que “vulnera el derecho inalienable a la vida”.
“Como afirmamos en un comunicado en el 2021, la eutanasia siempre será un camino equivocado, el cual ninguna autoridad puede legitimar ni permitir”, reafirmó la Santa Sede, luego de emitir un pronunciamiento similar en febrero de 2021.
Señaló, además, que el cuerpo humano es templo del Espíritu Santo y, por tanto, la vida es un don de Dios recibido para cuidarla, por eso, ayudar al suicida a quitarse la vida “es una ofensa objetiva contra la dignidad de la persona que lo pide”.
“Debemos acompañar a la muerte, pero no provocar la muerte o ayudar cualquier forma de suicidio. La vida es un derecho, no la muerte, que debe ser acogida, no suministrada”, agrega.
Por otro lado, recordaron que “la Constitución del Perú establece con claridad que el fin supremo de la sociedad y del Estado es la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad; esto es cuidar, respetar y promover la vida desde la concepción hasta su término natural; por tanto, ninguna autoridad puede legítimamente imponerla o permitirla”.
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