Un grupo de funcionarios del Gobierno Regional Puno (GRP) se las ingeniaron para despilfarrar dinero público, en una obra carretera ubicada en la frontera con Bolivia, en uno de los lugares más distantes del departamento, donde creyeron que nadie se enteraría.
Se trata del Tramo II de la vía Kelluyo – Pisacoma, cuyo contrato se suscribió el 5 de diciembre de 2023 por la friolera suma de S/ 2 millones 618 mil, con un plazo de ejecución de 120 días calendarios que se vence en unas semanas.
Para entender el festín, debemos explicar que el Tramo I lo ejecutó la anterior gestión, y los trabajos se hicieron por administración directa y se prolongaron hasta inicios de este año. Se usaron mano de obra, maquinarias, sobretodo la Planta Asfaltadora más moderna con que cuenta el GRP, además de sus dos plantas para chancar piedra.
A finales del año pasado lanzaron el Concurso Público CP-SM-17-2023, convocando los servicios para la colocación del afirmado y capa asfáltica del segundo tramo. El consorcio Kelluyo – Pisacoma, se hizo de la buena pro, ofreciendo llevar dos plantas chancadoras, su planta de asfalto, y un pull de maquinarias.
De una manera inexplicable, la Planta de Asfalto del GRP, a pesar de su buen estado, fue arrinconada en el Campo Ferial de Kelluyo, donde hoy permanece abandonada.
La segunda gran irregularidad que linda con el delito, lo estamparon en los Términos de Referencia (TDR), ya que en la página 22 de las Bases Integradas se lee en el acápite ‘Recursos a ser provistos por la entidad’: “La entidad proporcionará cemento asfáltico, filler, aditivo mejorado de adherencia, petróleo para la totalidad de los equipos, incluido para la producción de agregados”.
Pero en la parte más insultante, les entregan casi todo.
“La entidad proporcionará los agregados para la producción de mezcla asfáltica en caliente al 100% (piedra chancada, arena chancada y arena natural), los mismos que deberán cumplir con las especificaciones técnicas, según las EG-2023”.
Uno de los operarios del GRP, cuyo nombre protegeremos, lamentó que hayan descartado las maquinarias del GRP, cuando en la práctica, las dos máquinas chancadoras del Estado, son las que en la actualidad producen miles de toneladas de piedras chancadas.
“Cómo van a ‘botar’ a un lado esa planta que ha asfaltado los primeros 18 kilómetros, y nuestras plantas están chancando la piedra… acá hicieron su negociado”, dijo.
En efecto, Sin Fronteras acudió a la carretera Kelluyo-Pisacoma, encontrando a los obreros del GRP en plena faena con las dos maquinas chancadoras de piedra de la propia entidad. El encargado de personal, indicó que habían laborando 108 trabajadores del Gobierno Regional Puno.
Buscamos al residente de la Obra, Percy Cari Apaza, y también al supervisor, David Apaza Quispe, pero no los encontramos. En el campamento y carretera habían otros ingenieros. Uno de los operarios de la empresa contratista.
“Para qué se va a traer chancadoras. Si lees el contrato, arriba dice ‘Producción, transporte, colocado y compactado de mezcla asfáltica, no tenemos nada que ver con chancado’, el mismo título del servicio lo indica”, alegó.
LES EXIGEN
Obtuvimos unos documentos en que el 5 de febrero de este año, tanto el residente de obra y supervisor, emplazan a la afortunada empresa.
“Se da a conocer al contratista el requerimiento mínimo de equipamiento estratégico (Chancadora primaria-chancadora secundaria). Al día siguiente, la constructora responde indicando que “los equipos mencionados (chancadora primaria y chancadora secundaria) serán incorporados de acuerdo a la necesidad, según cronograma de uso…”.
En tanto, las dos chancadoras del GRP producen el agregado comprometido de manera contradictoria por el área usuaria, utilizando inclusive operarios y obreros pagados por el Estado.
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