¿Un mismo asesino? Después de que se hallara el cadáver de la venezolana Algledys Paola Arguello Maldonado, de 21 años de edad, en un canal de regadío ubicado en el Fundo La Jara, en el sector de Congata (Uchumayo), sus amigas contaron que al promediar las 11 de la noche del 1 de octubre abordó un auto que solicitó su servicio sexual por inmediaciones del centro comercial Gratersa (Bustamante y Rivero) y que esa fue la última vez que la vieron.
Las mujeres narraron que este crimen estaría relacionado con el de su compatriota Yurmani Capote Navarro (19), ya que el 28 de agosto de 2022 su cuerpo también fue hallado en el Fundo La Jara. Ambas mujeres se dedicarían al trabajo sexual y fueron recogidas en un vehículo de color negro. Además, las dos mujeres fallecieron de asfixia mecánica por estrangulamiento; es decir, les interrumpieron la respiración para acabar con sus vidas.
Luego el verdugo llevó los cadáveres hasta el canal de regadío, donde las colocó boca abajo para despistar y hacer creer que se trataría de una muerte por ahogamiento.
Las mujeres que trabajan en los exteriores de Gratersa manifestaron que el sujeto que mató a Yurmani era de tez morena y contextura delgada y que el día del crimen intentó llevarse a otras mujeres, y que les ofreció más dinero para pasear de su mano y que le dieran beso en la boca.
EXIGEN JUSTICIA
Varios extranjeros realizaron una marcha por las calles del Cercado exigiendo justicia por la muerte de Algledys, quien habría sido captada por un parroquiano que aún continuaría estando en libertad sin ser identificado.
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