Cruzando el arcoírisCruzando el arcoíris

Es increíble cuántas formas de amar podemos poseer en nuestras vidas. Como decía Elsa Punset: no se diagnostica de «amor severo y locura extrema momentánea”, porque si no todos estaríamos en los manicomios, y no es solo el amor de pareja al que nos referimos, hay tantas formas de dar y recibir este bello sentimiento que enumerarlas sería una tarea infinita.

Por ejemplo, siempre escuché que las mujeres se enamoran de por vida de sus hijos, también escuché a personas hablar con cariño extremo de sus hobbies, pasatiempos, plantas y sus adorables compañeros silenciosos pero siempre presentes: “nuestras mascotas”.

Vi unas noticias en las que Eugenio Derbez (gran actor, comediante y productor mexicano) se despedía de su adorable compañera Fiona, que partió y cruzó el arcoíris a otro rumbo, a otra misión. Nunca he presenciado un amor tan incondicional como el de una mascota por sus dueños, esos ojitos llenos de amor esperando a que lleguen del trabajo los queridos humanos, o sus caritas traviesas después de haber hecho algún destrozo. Estos compañeros sacan lo más bello de nuestro corazón y nos hacen sentir amor dulce y puro. Creo que es un bello regalo tenerlos, nos dan la oportunidad de querer en silencio y ser responsable de una vida, cualidades que nos ayudan a ser mejores personas. Debido a esto, el compromiso con ellos es hasta que la muerte nos separe. Y duele perderlos porque se vuelven parte de la familia. Son familia, son compañeros, y hasta hermanos protectores. Son tantos años con ellos que duele verlos partir.

Si tienes la oportunidad de tener un angelito a tu cuidado, inculca en tus niños el cariño hacia ellos, el respeto por su vida y el agradecimiento por su compañía incondicional.

Mi Skyper también cruzó el arcoíris. Se te extraña y vemos tu plato o tu casita y las lágrimas se asoman. Las emociones fluyen y qué bonito saber que te queremos y nos quisiste. ¡Fue un amor bonito!

Date la oportunidad de tener un amor así. Y llena tu memoria de lindos recuerdos con su compañía, quién sabe y, como dice la leyenda, ellos nos ayuden a cruzar el mar de la muerte, o nos reciban en el cielo saltando de alegría.

¡Gracias, queridos angelitos!

¡Con cariño, Sumac Guagüitas!

*Gerenta general de Sumac Guagüitas SRL
scruces@sumacguaguitas.pe

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