El martes 18 de julio, faltando un día para la denominada ‘tercera toma de Lima’, los alcaldes de las provincias de Carabaya y Azángaro, y una quincena de distritales se reunieron en Palacio de Gobierno con la presidenta de la República, Dina Boluarte, ministros y altos funcionarios.
Además del alcalde de Carabaya, Edmundo Cáceres Guerra; y el de Azángaro, Salvador Apaza, participaron de San Antón, Marco Mamani; de Orurillo, Néstor Arenas; de Caminaca, Rómulo Almonte; de San José, Bielsin Cajma; de Conduriri, Víctor Alanoca; y de Santa Rosa, Luis Gómez. Asimismo, de Acora, Hernán Crisisto; de Capaso, Jorge Aduviri; y de Pilcuyo, Igor Maquera.
Muchos de estos últimos se mostraron indignados por la postura de Cáceres Guerra, quien aduló a la mandataria, indicándole que todos se sentían orgullosos de ella, por ser mujer y provinciana. «Un poco más y le besa los pies, todavía le habló en quechua. Una cosa es el respeto y otra rebajarse a tanto», dijo un alcalde de la zona sur.
La mandataria saludó la visita de los alcaldes, señalando que se debe buscar el desarrollo de los pueblos de forma honesta, transparente y sin confrontaciones. “Queremos cambiar la historia, generar ese desarrollo postergado muchos años por la corrupción”, indicó.
DOBLE DISCURSO
Cabe indicar que, el 27 de junio el alcalde Edmundo Cáceres, (al lado de Salvador Apaza y 22 alcaldes distritales), denunció ante Canal N un supuesto boicot del gobierno central, ya que ese día fueron citados en Palacio de Gobierno, pero advirtieron que los manipulaban con intereses políticos.
Fernando Salas Tapia, vocero de la lucha puneña, lo calificó como traidor y haber negociado con Boluarte a espaldas del pueblo.
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