El último dato certero que los investigadores tienen sobre Natacha de Crombrugghe, de 28 años, de aquel 24 de enero en que desapareció, es el GPS de su celular luego de que arribara a Cabanaconde, provincia de Caylloma. La última conexión ocurrió a las 5 de la tarde del 23 de enero. Después, el silencio. Ya van 17 días sin que nada se sepa sobre el paradero de la turista que salió a caminar con dirección al oasis de Sangalle. Parece que en el trayecto, «la tierra se la tragó».
Al equipo de policías y guías de turismo que ya se encuentra en Cabanaconde se sumará un grupo de investigadores de Bélgica, quienes revisaran las marcas de posicionamiento del GPS de la joven debido a que son los únicos que pueden acceder a la señal que emitió el celular de Natacha antes de desaparecer.
BÚSQUEDA
Los efectivos inspeccionaron hasta dos hoteles donde habría estado la joven. Pero la prueba de luminol resultó negativa, descartándose un crimen en los lugares donde se hospedó.
Han pasado cuatro días desde que los agentes iniciaron la búsqueda. Están utilizando un can de nombre Wally, binoculares. Además de un drone «Matrice 600», que cuenta con seis rotores, hélices de fibra de carbono, seis baterías de carga simultánea que permiten una duración de vuelo de 45 minutos a una hora y tiene un cámara de 4K. Aunque no pudieron sobrevolar por los fuertes vientos.
En horas de la mañana, una alerta dada por un guía vislumbraba una luz de esperanza en esta búsqueda debido a que se halló una prenda íntima de color negro sobre una roca, a 200 metros de la división del camino a La Herradura, entre el sector conocido como Chihuirca y Llahuar. Al lugar llegaron peritos de Criminalística y detectives de Homicidios de la Divincri Arequipa, quienes recogieron la traza y la lacraron. Pero informaron que por lo descolorido de la prenda no pertenecería a Natacha.
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