Puno. Tras informes sobre graves irregularidades en la formalización de predios rurales a cargo de Dirección de Titulación y Catastro Rural (DTCR) y posterior inscripción en la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp), han comenzado a “rodar cabezas’.
Percy Aramayo Aza, laboró hasta ayer como abogado validador del Proyecto Catastro, Titulación y Registro de Tierras Rurales en el Perú – Tercera Etapa (PTRT3). Él dependía de la Unidad Ejecutora Gestión de Proyectos Sectoriales (UEGPS) del Ministerio de Desarrollo y Riego Agrario (Midagri), previo convenio con el Gobierno Regional Puno (GRP).
El titular de la DTCR, Rubén Apaza Cruz, informó a este medio que apenas se conocieron los informes periodísticos, comunicó el hecho a la UEGPS y se solicitó la renuncia del citado servidor, la cual se efectivizó.
Aramayo Aza se halla implicado en los trámites “express” para formalizar 89 predios entre el 2016 y 2017, en el sector Ventilla ubicado en las afueras de la ciudad de Puno.
Uno de los beneficiarios es Francisco Bonifacio Meneses Díaz, quien en tiempo récord se hizo de 69 hectáreas en el predio Chacarilla, mediante 18 partidas registrales que solicitó el 22 de agosto de 2016 y el mismo día lo sanearon.
También están involucrados el extitular de la Dirfo, Hitler Lozano Gamarra; su supervisor, Elmer Quispe Cahui (excandidato al Congreso por Acción Popular), brigadistas. También usaron firmas de otros profesionales para validar las tareas catastrales.
El 7 de setiembre de 2018, la Dirección Regional Agraria Puno (DRAP) -a la cual está adscrita la DTCR-, emitió la Resolución 660-2018, que anula las 89 inscripciones, pero estas siguen inscritas en la Sunarp.
Meneses Díaz admitió sin reparos que Aramayo Aza es su socio y asesor. Este último, en diciembre de 2020 conformó dos inmobiliarias para ofrecer y ‘donar’ lotes en Chacarilla, el mismo sector en el que dio su venia para formalizar.
Sin Fronteras también ha descubierto que Vania Licé Choque Catacora, una de las tres registradoras de la Sunarp, es la mujer de Aramayo Aza. A sus manos, en la Sunarp, llegaron siete de los dieciocho expedientes, los cuales viabilizó su inscripción preventiva; después inscribió el registro de propiedad definitiva de cinco.
El marido había solicitado la inscripción el 18 de mayo de 2017, con Oficio 924-2017-GR-PUNO, valiéndose de una post firma. Cuando se le increpó ello, alegó que lo hizo porque un día antes le dieron la encargatura de Dirección, solo que el documento no lleva la firma de Hitler Lozano, sino una rúbrica antecedida por una “x”, similar a la que giró a la Sunarp.
RENUNCIA
Accedimos a la renuncia de Aramayo Aza, y este se victimiza responsabilizando a la prensa que acaso evidenció esta “triangulación”. En su carta trata de hacer un mea culpa. “No tenía la obligación de indagar si se hizo o no el diagnóstico. Lo que ha constituido un grave error en el desempeño de mis funciones, que estoy plenamente dispuesto a asumir…”. No aclara acciones que realizó por su socio Meneses Díaz.
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