El cambio climático en la naturaleza- producida por el calentamiento global- ha significado, en cierto grado, un problema para el sector agrario en la región altiplánica. Ello se tradujo en exceso o ausencia de lluvias, granizos, heladas e incluso el ataque de plagas, las mismas que afectan notoriamente los campos de cultivo. Esto conlleva pérdidas a nivel de cultivos, economía y la seguridad alimentaria.
Teniendo en cuenta esta problemática, el Gobierno Regional Puno, a través de la Dirección Regional Agraria (DRA), ha trabajado estrategias para la adaptación al cambio climático. Una de ellas es la elaboración del abono foliar “Kaorín”, convirtiéndose en el ‘armamento’ eficaz y de bajo costo que ayudará a combatir los estragos de la naturaleza, beneficiando a los cultivos y productores.
KAORÍN
El abono foliar ‘Kaorín’ líquido, actúa como una fitohormona favoreciendo el desarrollo fisiológico, radicular y foliar de los cultivos.
Este producto se obtiene del procesamiento de fermentación de insumos provenientes de animales y vegetales (orgánicos). Pero esta ‘receta’ tiene un ingrediente especial, y es el estiércol fermentado de ovinos; denominado en quechua “karcava”, y en aimara “kiri”. Este proceso se hace en un ambiente anaeróbico (con ausencia de oxígeno). Uno de los profesionales que elaboró este producto artesanal, es el ingeniero Vicente Alata Aguirre, especialista en granos andinos en la Agencia Agraria San Román.
BENEFICIOS
• Mejora el vigor del cultivo, permitiendo soportar con mayor eficacia las plagas y enfermedades a efectos adversos de clima.
• No contamina el suelo y los productos son inocuos.
• Restablece los cultivos afectados por granizadas, heladas, sequías.
• Es de bajo costo (barato).
• Ecoamigable con el medio ambiente.
DOSIS
Los especialistas indicaron que la dosis ideal es la de disolver 03 litros de Kaorín en una mochila de 20 litros (quinua).
USO Y APLICACIÓN
El Kaorín puede ser utilizado en una gran variedad de plantas como la quinua, papa, haba y otros; así como forrajes. “En el cultivo de quinua se debe asperjar en dos momentos. El primero en el estado fisiológico de seis hojas, el mismo que se presenta a los 35 – 45 días; la segunda aspersión, antes de la floración, es decir a los 90 a 100 días de la siembra”, dijo el especialista.
INICIAN PRODUCCIÓN
El director de la DRA, Luis Aduvire Ramos, anunció que se están preparando para iniciar la producción de este abono con el objetivo de tener la capacidad de mitigar los posibles embates de la naturaleza en toda la región de Puno.
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