Yura. En el kilómetro 7,5 de la autopista a La Joya existe una olla común donde unos cuarenta discapacitados almuerzan diariamente. La Asociación de Minusválidos Físicos Vida Arequipa (Amifiv) está situada entre el límite de Cerro Colorado y Yura, pero esto no les interesa debido a que ninguno de los dos municipios ha realizado alguna política pública a su favor.
La idea del agua potable solo existe en su imaginación y la electricidad solo la tienen cuando hay sol. Es que unos paneles solares portátiles consiguen que sus teléfonos celulares se mantengan cargados.
La olla común surgió como una necesidad en medio de la pandemia y se constituye como una de las trece ollas comunes que existen en la autopista a La Joya. Se solventaron con donaciones de la empresa privada durante la crisis sanitaria. Los jóvenes tienen que pagar dos soles por un plato de comida, mientras que para los adultos mayores la comida es gratuita.
La asociación, que se fundó en el año 2009, cuenta con 80 familias que, en su mayoría, alberga al menos a un discapacitado. El almuerzo de los lunes suelen ser unas lentejitas, precisamente esa menestra no provino del municipio, sino de una donación, un acto altruista que no será eterno.
Ellos piden una mayor intervención estatal.
Su presidenta, Gregoria Ccarita, quien padece de ceguera, indicó que la ayuda ha sido gratificante para los comensales que se benefician actualmente de la olla común. Los adultos mayores pueden comer gratuitamente, mientras que los jóvenes abonan hasta dos soles. El dinero recaudado sirve, en parte, para autofinanciar la comida que se prepara en los siguientes días. No obstante, esta suma de dinero mayormente es insuficiente. Es allí donde entran a tallar las donaciones que reciben de la empresa privada.
La asociación de vecinos alentó a que las empresas privadas continúen enviando alimentos, dado que son personas de bajos recursos que perdieron el empleo por efectos de la pandemia. Además, los vecinos pidieron al municipio de Yura que se gestione lo más pronto posible el proyecto de piletas públicas para dotarse de agua.
Las personas de este lugar normalmente tienen que caminar durante varios minutos para recolectar agua en porongos de otras asociaciones aledañas.
La asociación es un lugar en el que se carece de casi todo. Y en cuanto las autoridades continúen siendo indiferentes, al menos las cosas principales, agua potable y electrificación rural, no se harán realidad.
La asociación sigue siendo una comunidad en la cual los políticos no ponen el ojo, dado que no lograrán tantos votos como en otros lugares. Sin embargo, «lo interesante» es que en ese territorio viven personas, personas que pueden ser más generosas como nadie lo ha sido con ellas.
Comentarios de Facebook