Cercado. Una vez más, miles de arequipeños salieron a las calles a protestar contra el gobierno del presidente Manuel Merino de Lama, quien tomó el poder luego de que el Congreso, que él presidía, vacara al exmandatario Martín Vizcarra.
La protesta de ayer fue, como todas las anteriores, pacífica. Los marchantes se fueron reuniendo en la Plaza España en horas de la tarde y de ahí marcharon hasta la Plaza de Armas, adonde llegaron pasadas las 16 horas.
La manifestación de ayer se caracterizó por tener más música. Protestantes con instrumentos musicales en mano tocaron algunos temas e hicieron bailar y cantar a sus compañeros de protesta.
Los consultados por este diario dejaron en claro que no marchan en favor de nadie en particular, sino en contra del gobierno de Merino, al que califican de usurpador y «de facto». También concidían en estar hartos de la clase política que actualmente está en el poder, que -dicen- lo ejercen solo para su beneficio.
En Lima las protestas no fueron igual; en un principio sí, pero después no. La Policía otra vez hizo un uso desmedido de la fuerza, lanzó bombas lacrimógenas y disparó perdigones de manera muchas veces innecesaria y abusiva. Hubo varios heridos (entre ellos, periodistas) y detenidos.
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