La confesión de un sospechoso permitió a la Policía esclarecer el crimen de Daril Jeremi Gonzales Cárdenas (27) y ubicar el lugar donde fue abandonado su cuerpo. Tras varias horas de interrogatorio, el investigado finalmente reveló la ubicación exacta del cadáver, lo que movilizó a agentes del área de Trata de Personas (Divincri) hasta una quebrada del sector Lomas, a aproximadamente 800 metros de la carretera Arequipa – Ilo.
El caso se inició con la denuncia de desaparición presentada el pasado 13 de diciembre. Agentes del Área de Trata de Personas centraron sus pesquisas en el mecánico Néstor Sarmiento, última persona que tuvo contacto con la víctima.
En su primera versión, el investigado señaló que el joven acudió a su taller para recoger su motocicleta, pero al no estar lista decidió trasladarlo en su vehículo hasta la avenida Las Torres con Leticia, ya que iba a retirar dinero. No obstante, durante el interrogatorio, el mecánico cayó en contradicciones que levantaron las sospechas de los detectives.
Finalmente, terminó confesando que Daril fue asesinado y detalló el lugar donde dejaron el cuerpo. Con esa información, los policías se desplazaron hasta la zona señalada y, tras caminar cerca de 200 metros por una torrentera, hallaron el cadáver desnudo en el fondo de una quebrada. En las inmediaciones también se encontraron algunas prendas, presuntamente abandonadas para evitar su identificación.
De acuerdo con los primeros informes policiales, el cuerpo presentaba un avanzado estado de descomposición y no mostraba lesiones visibles a simple vista.
Sin embargo, los peritos no descartan que la víctima haya muerto por asfixia o por una golpiza. Las diligencias indican que el cuerpo habría sido arrojado a la quebrada cuando ya estaba sin vida y empujado nuevamente al advertir que aún podía ser visto.
La Policía maneja dos posibles móviles del crimen. Una de las hipótesis señala que un sujeto procedente de Lima habría llegado para cobrar una deuda, situación que terminó en el homicidio del joven.
La otra línea de investigación apunta a que el propio mecánico habría retenido a la víctima por problemas económicos relacionados con deudas y préstamos. Néstor Sarmiento permanece detenido, mientras las autoridades continúan con la búsqueda de un segundo implicado.
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