La Primera Asamblea Regional de Autoridades de Puno terminó en un acto simbólico que encendió la indignación general: más de 600 representantes originarios reunidos en San Antonio de Putina quemaron la figura del presidente José Jerí, en señal de rechazo al sistema prefectural y a la presencia de autoridades designadas que, según afirmaron, no representan a la población.
El encuentro, que desbordó el local por la masiva asistencia, estuvo marcado por críticas directas al modelo impuesto por el Ejecutivo. En medio de discursos encendidos y denuncias de falta de legitimidad democrática, los participantes aprobaron el proyecto de ley que propone eliminar de manera definitiva los cargos de prefectos y subprefectos, a los que acusan de no cumplir funciones reales y de ser solo intermediarios políticos.
Los dirigentes recalcaron que la eliminación de estas autoridades no solo es una demanda histórica, sino una urgencia frente al vacío institucional que vive la región. Advirtieron que esta asamblea es apenas el comienzo de una ofensiva regional que continuará hasta lograr que el Congreso atienda el pedido y ponga fin a estas estructuras cuestionadas.
Por su parte, el presidente de los tenientes de San Antonio de Putina, Óscar Valencia Chacón, afirmó que la institución del subprefecto “es para aplastar y pisotear los derechos de los pueblos a nivel nacional”.
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