Nuevo escándalo en la Policía. Una joven de 18 años aseguró que un policía intentó violarla dentro de la propia comisaría de Huanuhuanu. La muchacha había sido intervenida durante un operativo de control de identidad y, según contó, el suboficial Rolando C. C. (42) le dijo que su celular figuraba como robado, por lo que debía acompañarlo para ‘arreglar’ su situación.
La víctima relató que la noche del 28 de noviembre el policía la trasladó en una camioneta de Serenazgo hasta la dependencia policial y la llevó a una oficina apartada. Allí, según su declaración, el agente empezó a exigirle dinero y luego la obligó a hacerle masajes, mientras él la tocaba de manera indebida. Le dio palmadas en las nalgas, la besó en el cuello e intentó meter las manos bajo su vestido. +
La joven intentó mantener la calma, pero la situación se volvió más agresiva cuando el suboficial bajó el cierre de su casaca, la sujetó de las manos y se echó encima de ella. En medio del forcejeo, logró llamar a su padre desde el propio celular del policía, lo que desató la furia del agente.
Molesto, le reprochó que “así no se podía arreglar” y, como no colaboraba, afirmó que seguiría con el acta. Minutos después, la sacó al patio, donde la encontraron llorando su hermana y su cuñado. Fue en ese momento que la joven les contó todo lo que había ocurrido.
Ella aseguró además que otro policía, identificado como Julio S. L., recibió S/300 de su hermana para devolverle el teléfono y permitir que se retirara, mientras el presunto agresor le decía que ‘el tema quedaba ahí’.
Tras conocerse la denuncia, la Fiscalía Penal Corporativa de Caravelí y la Fiscalía Especializada en Corrupción de Funcionarios ordenaron diligencias por presuntos tocamientos indebidos y cohecho. Ambos suboficiales quedaron plenamente identificados y son investigados por los graves hechos denunciados por la joven.

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