Tribunal la responsabiliza por la represión de protestas estudiantiles en 2024 que dejó cientos de muertos
El Tribunal Internacional de Crímenes de Bangladesh condenó el lunes 17 de noviembre a la ex primera ministra Sheikh Hasina a la pena de muerte, tras declararla culpable de crímenes de lesa humanidad vinculados a la represión del levantamiento estudiantil de 2024. El fallo detonó celebraciones dentro de la sala judicial y reavivó las tensiones políticas en el país.
El juez Golam Mortuza Mozumder anunció que Hasina recibiría “solo una sentencia, la pena de muerte”, en una lectura transmitida por la cadena estatal BTV. La resolución atribuyó a la exmandataria la responsabilidad directa en el tiroteo que asesinó a seis manifestantes desarmados el 5 de agosto de 2024 en Daca, uno de los episodios más graves de la crisis que acabó con la renuncia y huida de Hasina a India tras 15 años en el poder.
Antes de este veredicto, el mismo tribunal ya había impuesto a Hasina cadena perpetua por ordenar el uso de armas letales contra estudiantes y por no frenar los abusos de las fuerzas de seguridad. En el mismo proceso, el exministro del Interior Asaduzzaman Khan Kamal también fue condenado a muerte, mientras que el exjefe policial Chowdhury Abdullah Al-Mamun testigo del Estado recibió cinco años de prisión.
La defensa estatal designada para Hasina argumentó que los cargos carecían de fundamento, pero el tribunal rechazó la solicitud de absolución. La ex primera ministra respondió desde su exilio en India que el fallo era “parcial” y “políticamente motivado”, y aseguró que no teme ser juzgada “en un tribunal adecuado”.
El veredicto se produce en medio de un clima de tensión: en los días previos, se registraron más de 30 explosiones de bombas caseras y 26 vehículos incendiados en distintas ciudades, aunque sin reportarse víctimas. En paralelo, un informe de Naciones Unidas advirtió que hasta 1.400 personas podrían haber muerto durante las protestas entre julio y agosto de 2024, en la peor ola de violencia desde la guerra de independencia de 1971.
Tras conocerse la sentencia, Bangladesh exigió a India la extradición inmediata de Hasina y del exministro Kamal, afirmando que ofrecerles refugio sería “una afrenta a la justicia”. Nueva Delhi indicó que “toma nota del veredicto”, pero evitó pronunciarse sobre una posible entrega, mientras su Ministerio de Exteriores reiteró su compromiso con “la paz, la democracia y la estabilidad” en Bangladesh.
Aunque la defensa puede apelar ante el Tribunal Supremo, el hijo y asesor de Hasina, Sajeeb Wazed, anunció que no recurrirán la decisión mientras no exista un gobierno democráticamente elegido que permita la participación de la Liga Awami, el partido oficialista ahora prohibido de competir en las elecciones de febrero. Analistas temen que la condena avive nuevos disturbios en los próximos días.
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