Durante la audiencia de apelación por el pedido de impedimento de salida del país, Dina Boluarte negó las acusaciones por presunto lavado de activos y aseguró que todas sus actuaciones, tanto como ministra como presidenta, se realizaron respetando las instituciones.
La exmandataria cuestionó que se considere un riesgo procesal el hecho de que su hijo viva fuera del país. Sostuvo que ese elemento no debería ser tomado en su contra y calificó de “sorprendente” que se utilice una circunstancia familiar como indicio de fuga, remarcando que su arraigo en el Perú es sólido.
En relación con sus viajes oficiales, indicó que todos contaron con autorización del Congreso y se dieron en cumplimiento de sus funciones, por lo que no deberían interpretarse como una señal de peligro procesal.

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