El Gobierno peruano anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con México tras el asilo otorgado a Betssy Chávez, ex primera ministra de Pedro Castillo, procesada por presunta rebelión.
La decisión fue comunicada por el canciller Hugo de Zela, quien calificó el gesto mexicano como “acto inamistoso” y una “posición equivocada e inaceptable”. Perú mantendrá únicamente las relaciones consulares.
Betssy Chávez, de 36 años, se refugió en la Embajada de México en Lima luego de ausentarse a varias audiencias judiciales. La Fiscalía la acusa de redactar parte del mensaje con el que Castillo intentó instaurar un “gobierno de excepción” en diciembre de 2022.
El caso reaviva una tensión diplomática que comenzó tras el autogolpe fallido de Castillo. En ese momento, México concedió asilo a su familia y el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador desconoció la investidura de Dina Boluarte, a quien llamó “presidenta espuria”.
Con la llegada de Claudia Sheinbaum al poder, la línea política mexicana no cambió. En septiembre, la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso peruano aprobó declarar persona non grata a la mandataria por sus declaraciones sobre la destitución de Boluarte.
La ruptura formal confirma el deterioro de los lazos bilaterales entre Lima y Ciudad de México, marcados por choques ideológicos y una creciente desconfianza.
Para Perú, el asilo a Chávez representa un intento de interferencia en sus asuntos internos. Para México, es la continuidad de una política de protección a los aliados del expresidente Castillo.
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