Los trabajadores de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Puno, han asumido una posición firme respecto a la construcción del nuevo hospital regional Manuel Núñez Butrón: no están en contra de una nueva infraestructura, pero no permitirán que esta se ejecute a costa de la salud pública regional.
Los representantes del Laboratorio de Referencia Regional, Cadena de Frío, Almacén Regional de Medicamentos y demás áreas prioritarias expusieron los riesgos que conllevaría la movilización de equipos, medicamentos y demás, a otros ambientes, más aún si estos no cumplen con las especificaciones técnicas, por ejemplo, para la conservación y preservación de vacunas.
RECTORÍA EN SALUD
Los trabajadores señalaron que la Diresa no comprende solamente oficinas administrativas, sino todo el sistema de salud de la región, incluido Minsa, EsSalud, farmacias, boticas, clínicas, establecimientos privados, hospitales de la Policía y Fuerzas Armadas.
“La Diresa maneja 12 hospitales y 484 establecimientos de salud solo en el Minsa. De nosotros depende desde un hospital hasta una botica en toda la región. De aquí se distribuyen medicamentos y vacunas, manejamos áreas delicadas, como tratamiento de virus y demás”, explicaron.
La opción de trasladar la Diresa al hospital de la Universidad Nacional del Altiplano, no habría sido consensuada con los involucrados. Según los trabajadores, incluso el director de la Diresa, Emerson Aquino, y el Ejecutivo regional, habrían tomado conocimiento recién de la magnitud que significa trasladar los equipos que almacenan las vacunas, preservar la cadena de frío y otros.
“El local de la Diresa es propio, ha sido construido para que estas áreas permanezcan de manera definitiva. Tienen especificaciones técnicas y detalladas del sector”, agregaron.
A ello se suma las capacitaciones constantes que se realiza a las Redess de Salud de toda la región en los cuatro auditorios de la Diresa y otras actividades.
Pero, quizá el punto más crítico son los riesgos que conllevaría el traslado de todas las áreas. Por ejemplo, la demolición del Laboratorio implicaría la pérdida de la capacidad de diagnóstico de males.
En ese sentido, el director ejecutivo del Instituto Nacional de Salud, cursó un documento al gobernador regional Richard Hancco, para que se concreten las medidas de contingencia por el impacto que genera en la salud pública de la región y que se garantice su capacidad operativa. El director del Laboratorio pidió el 3 de octubre, una reunión con la autoridad regional, pero a la fecha no tiene respuesta.
VACUNAS
Agregaron que la Cadena de Frío conserva más de medio millón de dosis de vacunas y de ocurrir algún problema durante su traslado, podría desatarse incluso una pandemia.
«Todos los riesgos los tendrá que asumir el gobernador», finalizaron.
 
 
                            
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