Juliaca. Dolor e impotencia. Desde Cusco, María Elena Rocca Chuquihuayta llegó a Juliaca con el corazón destrozado. Su hijo, Kener Rojas Rocca (33), fue una de las víctimas halladas torturadas y calcinadas la mañana del lunes, en la urbanización San Matías, salida a Coata.
Sus padres contaron que el joven tenía las manos atadas con alambre y múltiples golpes en la cabeza. Entre lágrimas lo recordaron como un muchacho alegre y trabajador, sin enemigos conocidos.
SUS SOSPECHAS
Claudio Rojas, padre de Kener, indicó que la necropsia confirmó los signos de tortura, aunque se descartó la versión de que le mutilaron la lengua.
Asimismo, la familia sospecha que el crimen pudo tener un móvil pasional, ya que la expareja de la mujer con quien Kener iniciaba una relación lo habría amenazado anteriormente por celos.
Además, el sábado 11 de octubre salió de su vivienda ubicada en la salida a Puno, dejando su cuarto con la luz encendida, pero nunca regresó.
LA VÍCTIMA
Los padres confirmaron que Kener laboraba como conductor, trasladando ingenieros entre Puno y Juliaca para la obra del colegio “Las Mercedes” en Juliaca. Sus compañeros lo despidieron entre lágrimas y exigieron justicia antes de que sus restos fueran llevados a Cusco.
En tanto, los familiares de James René Huaquipaco Ortiz (39) optaron por el silencio, mientras la Policía Especializada continúa las investigaciones para esclarecer el doble crimen, ya que aún manejan varias hipótesis, entre ellas la de un atroz ajuste de cuentas.

que el crimen
fue por celos
Comentarios de Facebook