La protesta de la Generación Z en Lima dejó 18 heridos el sábado 27 de septiembre. Entre los casos más graves están los de un adulto mayor de 65 años y una mujer afectada por gases químicos.
Según la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), el hombre recibió el impacto de un perdigón durante los enfrentamientos en el centro histórico. La mujer resultó con lesiones tras la exposición a los agentes químicos usados por la Policía. Ambos fueron atendidos por brigadas de salud.
La CNDDHH condenó la represión policial y exigió respeto a la integridad de los manifestantes. En su reporte también confirmó que entre los heridos se encuentra un periodista y un brigadista de primeros auxilios.
La Policía Nacional del Perú (PNP) reconoció que 12 de sus efectivos resultaron lesionados, uno de ellos por una bomba molotov. Sin embargo, la CNDDHH cuestionó el uso de la fuerza y recordó que “protestar es un derecho, no un delito”.
Los disturbios ocurrieron cuando un grupo de jóvenes intentó llegar al Congreso de la República. La policía bloqueó el paso con gases, perdigones y vallas metálicas.
La protesta, convocada por colectivos juveniles, reclamó contra la inseguridad, las extorsiones en el transporte y la permanencia de Dina Boluarte en la presidencia.
El caso del adulto mayor herido y de la mujer afectada se convirtió en símbolo de las críticas contra el accionar policial. La Asociación Nacional de Periodistas (ANP) y organismos de derechos humanos advirtieron que seguirán documentando las agresiones.
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