La geopolítica de la inteligencia artificial (IA) redefine los equilibrios de poder y las estrategias nacionales en todo el mundo. En 2025, el despliegue de centros de datos, el acceso a chips avanzados y la soberanía tecnológica se han convertido en factores clave para determinar la influencia de los países en la era digital, mientras Perú avanza hacia una regulación responsable y ética con la reciente promulgación de la Ley N.° 31814 y su reglamento.
La IA como nueva frontera geopolítica
La inteligencia artificial no solo impulsa el crecimiento económico y la innovación, sino que también plantea retos de seguridad, autonomía y competencia global. Los países compiten por atraer y construir grandes centros de datos que almacenan y procesan inmensos volúmenes de información, esenciales para la investigación y el desarrollo de IA. Controlar estos recursos ya es tan estratégico como dominar fuentes energéticas. Las restricciones comerciales sobre componentes críticos, como chips de alto rendimiento, crean nuevas vulnerabilidades e impulsan rivalidades tecnológicas, como ocurre hoy entre Estados Unidos y China.
Perú, centros de datos y oportunidades
Perú destaca en América Latina por su potencial para acoger centros de datos, gracias a su disponibilidad de terrenos, costos energéticos competitivos y riqueza en recursos renovables. Las políticas proinnovación y la promoción de zonas económicas especiales posicionan al país como un destino atractivo para inversiones tecnológicas, permitiendo a Perú fortalecer su infraestructura y avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible y digitalizado. Esto, a su vez, potencia su capacidad para desarrollar soluciones en otros sectores como biotecnología, agroindustria y salud, y facilita la transferencia tecnológica y la creación de startups.
La próxima generación de líderes tiene el mensaje claro: la geopolítica de la IA no se decide únicamente en los centros de poder mundial, sino en cada startup que resuelve un problema local, en cada proyecto de investigación que avanza la biotecnología, y en cada decisión ética que guía el desarrollo de una aplicación. El futuro de Perú en esta carrera global no solo depende de marcos regulatorios, sino también del talento digital, el pensamiento crítico y la capacidad de entender y aprovechar la IA de manera responsable.
La clave es fortalecer la alfabetización digital y la capacitación en ética de la IA, tal como lo promueve la propia ley, para garantizar que la próxima generación no solo utilice las tecnologías, sino que las dirija con visión y responsabilidad, consolidando así el papel del país como un referente en la innovación para el desarrollo sostenible
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Esta columna es posible gracias al auspicio de Sin Fronteras, la Academia de la Singularidad, Cuentic, Vichayito Village, Pier Point Máncora, Barras saludables Nut’s & Co., Cluster Disruptiva, Sal amazónica de Pilluana y los cafés sostenibles Mishqui Huayo y Forest Coffee.
Hoy tu DJ de periódico favorito te recomienda al capo de Vicentico y su canción “Solo un momento”
Nos vemos.
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