En un hecho que ha conmocionado a la población de La Rinconada, distrito de Ananea (San Antonio de Putina), el vigilante Ángel Bladimir Quispe Ambrocio (30) fue asesinado la noche del sábado 16 de agosto con nueve disparos y un tiro de gracia en la cabeza, tras expulsar a un cliente de la discoteca donde trabajaba.
LO ECHARON DE LOCAL
De acuerdo con las investigaciones, el presunto autor, Clinton Gutiérrez Pacori (30), regresó a la discoteca ”Colegio” luego de haber sido retirado minutos antes por protagonizar una discusión. Las cámaras de seguridad registraron cómo el agresor, ocultando su rostro, sacó un arma de fuego y disparó a diestra y siniestra contra el vigilante, que se encontraba sentado, ocasionándole la muerte inmediata. Al final de una ráfaga de disparos el asesino lo remató con un certero disparo en la cabeza.
El crimen ocurrió alrededor de las 21:00 horas en la avenida Principal, urbanización Tres de Mayo, una de las zonas más peligrosas del centro poblado, donde proliferan locales nocturnos sin regulación. El cuerpo de la víctima fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para la necropsia de ley.
CAPTURA
Tras el ataque, la Policía Nacional intervino rápidamente y, en un operativo, detuvo a Gutiérrez Pacori en la avenida Venezuela, frente a la discoteca “Karibe”. En su poder se halló un arma de fuego no registrada que habría sido utilizada en el homicidio. El sujeto quedó detenido por el presunto delito de homicidio calificado.
HISTORIAL DELICTIVO
Este no sería el primer antecedente del detenido. En noviembre de 2023 Gutiérrez Pacori fue capturado junto a otro sujeto por integrar la banda “Los Cogoteros del Pachacútec”, dedicada a robos violentos en la misma zona. Pese a ello, recuperó su libertad, lo que genera cuestionamientos sobre el seguimiento judicial en estos casos.
TIERRA DE NADIE
Vecinos y comerciantes denunciaron que este crimen es parte de un patrón creciente de violencia en la zona, donde se han varios asesinatos a sangre fría en la misma avenida, además de constantes asaltos armados. “Aquí no hay ley; la gente se hace justicia por su propia mano”, expresó un comerciante.
El Ministerio Público tiene 72 horas para formalizar la detención del acusado, mientras la familia de la víctima exige justicia por el terrible crimen.
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