Gisela Valcárcel volvió a ser tendencia y no precisamente por un nuevo programa de televisión. La exconductora de El Gran Show decidió enfrentar rumores y declaraciones que, según ella, la han etiquetado injustamente como fujimorista. Con un mensaje firme y directo, quiso dejar las cosas claras aunque las redes sociales parecieron tener otra opinión.
Gisela niega ser fujimorista pero le recuerdan cuando apoyó a Keiko
En su pronunciamiento, Gisela no usó medias tintas: “No soy fujimorista, no soy, no he sido ni lo seré. Eso es una patraña, igual que lo de Montesinos, en lo que me quieren meter”. Así, negó cualquier vínculo político con el fujimorismo y rechazó de plano las versiones que la relacionan con Vladimiro Montesinos.
La presentadora insistió en que su voto ha estado siempre en el centro político. “Yo voté por Mario Vargas Llosa y hasta ahora sigo en ese centro. No soy fujimorista por nada. Qué pena que la forma de hablar de los fujimoristas sea tan fea, pero no soy fujimorista y estoy expectante como todos en estas elecciones”.
También recomendó a sus seguidores no dejarse influenciar: “No tienes que creerme nada a mí. No tienes que creerle tampoco a ningún candidato”. Un consejo que sonó muy democrático… aunque en internet ya preparaban su propia hemeroteca.
El video de la sala del SIN
Usuarios recordaron un episodio de 1999, cuando supuestamente Gisela habría visitado la famosa sala del Servicio de Inteligencia Nacional, donde Montesinos recibía a personajes del ámbito político y mediático. Según reportajes, aquella reunión habría buscado frenar la publicación de un libro escrito por la entonces pareja de Gisela.
Aunque la conductora no mencionó ese episodio en su reciente pronunciamiento, las redes desempolvaron imágenes y comentarios irónicos: “Antes no se acordaba de nada, ahora tampoco” o “Menos mal que hay evidencias”.
Fotos con Keiko y declaraciones del pasado
La conversación digital se calentó aún más cuando empezaron a circular fotos y videos en los que Gisela aparece abrazando a Keiko Fujimori durante la campaña presidencial. Para algunos, eso bastaba como prueba de simpatía política; para otros, solo fue un gesto de cortesía.
En entrevistas de archivo, Gisela incluso reconoció haber votado por Keiko en 2021. “Sí, pero no se le ha demostrado nada. Entonces he decidido votar por Keiko. Creo que con Keiko el dólar no subirá”, dijo en aquel momento. Sus palabras fueron interpretadas como una postura política clara, aunque ella insiste en que no se trata de militancia.
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