El pasaje del transporte público en Lima ahora incluye un “impuesto del miedo“, empresas como la Línea B subieron sus tarifas de S/2.50 a S/3 para cubrir extorsiones que oscilan entre S/15 y S/20 diarios por unidad.
Esta medida implementada por los transportistas responde a la ola de violencia que en 2025 ya dejó 32 conductores asesinados por negarse a pagar a las mafias.
Mientras el ministro de Transportes evade pronunciarse, transportistas formales revelan pagos de hasta S/70,000 mensuales a tres bandas simultáneas.
Ante la inacción estatal, 400 empresas anunciaron un paro nacional para el 21 de agosto, sumando a comerciantes de Gamarra y mercados. Los usuarios, ahora doblemente extorsionados, exigen soluciones inmediatas al Gobierno, porque siente que les “trasladan el costo”.
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