Las playas del litoral capitalino presentan un inusual panorama de tranquilidad minutos antes de la llegada estimada del “tren de olas”.
El silencio y la ausencia de personas reflejan el estricto cumplimiento de las medidas de seguridad ordenadas por las autoridades ante la alerta de tsunami generada por el sismo de 8.8 en Rusia.
En Miraflores, las aguas lucen sorprendentemente mansas, momentáneamente, mientras la Costa Verde permanece vacía, sin el habitual tránsito vehicular que caracteriza esta vía.
Las autoridades mantienen suspendidas todas las actividades turísticas y deportivas desde El Callao hasta Chorrillos como medida preventiva ante el fenómeno marino.
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