La cercanía a las Fiestas Patrias no ha generado que la baja aprobación de Dina Boluarte cambie. La última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), correspondiente al mes de julio, revela que la aprobación de la presidenta se ubica en un 2.5%, porcentaje similar al de los meses anteriores.
De esta forma, Boluarte Zegarra se mantiene como la presidenta con mayor desaprobación en la última década. Le siguen Martín Vizcarra y Ollanta Humala con un 4% de aprobación registrado en sus últimos años de Gobierno.
El rechazo hacia la jefa de Estado es el mismo hacia su aumento de sueldo. Cuando se consultó a los encuestados qué sintieron al saber que la mandataria pasaría de ganar S/15.600 a S/35.568, gran parte de las respuestas fueron sentimientos negativos.
Un 39% de encuestados sintió cólera/indignación; mientras que un 31% indignación, sentimiento especialmente presente en la zona sur del país, en personas de nivel socioeconómico A/B y quienes tienen educación superior. Solo un 3% consideró que se trata de una medida justa.
Tal oposición hacia la jefa de Estado se ha demostrado también en espacios fuera de una encuesta. Recientemente, dos estudiantes universitarios (PUCP y Universidad de Huacho) protestaron contra Boluarte en su evento de graduación.
De igual forma, en su reciente visita a la ciudad de Chiclayo (Lambayeque) para inaugurar la ruta del Papa, la presidenta fue rechazada por la ciudadanía. En medio de protestas focalizadas en el parque principal, lugar donde se realizó el evento oficial, los manifestantes le reclamaron que “los use” para “hacer un circo” e intentar elevar su aprobación.
Congreso tiene mayor aprobación que Dina Boluarte
Respecto a las demás instituciones del Estado, estas comparten la misma escala de desaprobación que la dignataria.
Solo un 3% aprueba al Congreso, hecho resaltante porque en los gobiernos anteriores el Ejecutivo siempre mantenía una aprobación mayor al Legislativo. De acuerdo con el análisis del IEP, una de las razones es que no representa una oposición real a Boluarte, sino al contrario, representan los mismos intereses. Claro que, a poco de las Elecciones 2026, algunos parlamentarios intentan tomar distancia de la presidenta.
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