La visita de la presidenta Dina Boluarte a Arequipa terminó en tensión. Aunque llegó para supervisar una obra de agua potable en Cerro Colorado y entregar títulos de propiedad, solo cumplió con la primera parte de su agenda.
Afuera del local social de Las Lomas, decenas de personas —entre ellas familiares de fallecidos en las protestas— la esperaban con carteles, gritos de “asesina” y objetos que fueron arrojados al paso de su comitiva.
Pese a que la ceremonia estaba anunciada por la propia Presidencia, Boluarte nunca bajó del vehículo oficial. Agentes policiales evacuaron la zona ante los disturbios, mientras la mandataria se dirigía en silencio a la base aérea de La Joya, donde participó en un acto militar.
La entrega de títulos quedó a cargo del gobernador Rohel Sánchez. Las protestas impidieron cualquier contacto con la ciudadanía, que volvió a expresar su repudio a la presencia presidencial.
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