El ataque de un grupo de manifestantes de Juliaca al juez Guido Chevarría Tiznado, registrado el último 6 de junio, detonó un escándalo que era un secreto a voces. Aquel día, los iracundos pobladores llegaron en protesta contra la medida cautelar que paralizaba la construcción del Colegio de Alto Rendimiento (COAR) en la Ciudad Calcetera.
El proceso fue patrocinado por el Sindicato de Trabajadores de la Dirección Regional de Transportes y Comunicaciones, Vivienda y Construcción de Puno y el referido magistrado, Guido Chevarría la declaró fundada.
La turba jaloneó al magistrado en la esquina de los jirones Ayacucho y Cajamarca, y lo bajó cuando subía a la camioneta Toyota Fortuner, color azul metálico de placa Z5A-650. Curiosamente, el vehículo pertenece al abogado Adelmo Ángel Rodríguez Marroquín.
Coincidentemente, el letrado que impulsó la medida cautelar que perjudicó a los juliaqueños es Walker León Aguilar Castillo, nada más y nada menos que el cuñado de Adelmo Rodríguez, quien sería el chofer personal del juez Guido Chevarría.
SOCIEDAD CANTADA
El vínculo que existe entre juez y los abogados no es una casualidad. Documentos a los que accedimos dan cuenta que Adelmo Rodríguez litiga en varios procesos donde están en juego viviendas y terrenos, y el cuñado es quien se hace cargo de los procesos cuando estos ya están casi ganados.
Agentes encubiertos con datos de algunos vecinos del barrio Orkapata fueron vitales para captar videos y fotografías en diferentes fechas. Estos revelan que hasta ese 6 de junio, casi todos días lo recogía, en el horario de almuerzo y algunas veces lo retornaba a su centro de trabajo. Ahora, ha cambiado de ‘carrera’.
Adelmo Rodríguez despacha a puertas cerradas en una oficina del jirón Cajamarca 546 (con reja metálica). Es un abogado desconocido pero con varios juicios en el Juzgado de su amigo Guido Chevarría.
Sin Fronteras tuvo acceso a varios expedientes que defiende en el Tercer Juzgado Civil de Puno a cargo de Guido Chevarría Tiznado; por ejemplo, el seguido en el expediente 00957-2022, que decidirá la suerte del sector Ccarana Pampa de tres hectáreas aproximadamente, en la parte baja del cuartel Manco Cápac, en el barrio Chanu Chanu hasta las orillas del lago Titicaca en la avenida Bicentenario.
Allí, Zacarías Castillo Quispe, pretende que el terreno pase a su nombre en Registros Públicos bajo la figura de prescripción adquisitiva de dominio. Su abogado defensor fue Adelmo Rodríguez, entre noviembre de 2022 hasta mayo de 2024, presentando escritos y participando en las primeras diligencias, las más relevantes.
DUDOSO GIRO
El terrenos en cuestión es de propiedad pública, dentro de la faja marginal. Los actuados de Rodríguez Marroquín avanzaron con celeridad, a pesar que hubo oposición de otros que alegaron propiedad del mismo, pero el magistrado los rechazó de plano.
CUÑADO EN ACCIÓN
Tal como ocurre en otros, este caso ahora es defendido por Walker Aguilar, el afortunado cuñado que radica en Arequipa y sus actuados llevan firma digital.
Desde mayo de 2024 presentó una docena de escritos y seguramente en los siguientes meses obtendría un fallo favorable.
NULIDAD DE ACTO
Otro caso polémico donde actuó Adelmo Rodríguez, se advierte en el expediente 350-2024, en un proceso de nulidad de acto jurídico. La causa es contra María Mamani Huarhuara, entre otros. El proceso en varias etapas se encausó con cierta parcialización.
CASA AMIGA
El magistrado domicilia en la avenida Circunvalación Sur 813, de propiedad de su hermano Pedro Jaime Chevarría Tiznado, quien es perito del Poder Judicial de Puno. En algunas imágenes se les ve dejándolo en su casa.
El vínculo entre el juez Guido Chevarría y Adelmo Rodríguez va para más. Ambos bailan en el mismo bloque de la Morenada Orkapata.
¿OTRO DESPACHO?
En otras imágenes se observa que Adelmo Rodríguez Marroquín sale del domicilio del juez con un manojo de documentos en mano o lo que sería un expediente judicial. Esta vez aborda el lujoso auto deportivo marca Chevrolet modelo Camaro, de placa Z5G-595, color morado aterciopelado.
El vehículo de alta gama está a nombre de su sobrino -hijo de su cuñado y socio en dudosos juicios-, Walker Aguilar Rodríguez, pero este sería su testaferro porque se lo compró en 2018 cuando tenía 22 años a 38 mil soles del propio Adelmo Rodríguez.
Casualmente, Walker Aguilar Castillo fue el abogado que consiguió la medida cautelar a favor del sindicato arriba mencionado. Sin embargo, cuando le preguntamos al secretario general, Luis Gonzaga Espezúa Gallegos, quién era el abogado que los patrocinó, dijo no saber. “… no sé quién lo haya firmado hermano, hay varios abogados. Yo lo único que hago es firmar y no sé qué abogado lo firma pue… son varios abogados que hay allí… no sé en qué parte queda la oficina, son varios abogados”, dijo tras indicar que está con descanso médico tras una operación a la que fue sometido en la quincena de junio.
CONTRA LA LEY
La Ley de la Carrera Judicial en su artículo 40 prohíbe a los jueces recibir “atenciones”, y el artículo 48 en su inciso 9 precisa que es falta grave “Establecer relaciones extraprocesales con las partes o terceros, que afecten su imparcialidad e independencia”.
NO RESPONDEN
El 18 de junio, cuando el polémico juez ejecutaba el lanzamiento en un lote de la urbanización Aziruni, le preguntamos la relación que tenía con el Adelmo Rodríguez, pero no respondió. Tampoco se pronunció, por qué ese día dispuso el desalojo de un predio, cuyo título en la Sunarp está bloqueado por falsificación de documentos.
Tampoco respondió Adelmo Rodríguez, a quien buscamos en su oficina pero esta se mantuvo cerrada. Insistimos en su celular 986…160 y como no respondía le dejamos mensajes por whatsapp pero tampoco los contestó.
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