En Iquitos, ladrones creyeron que el río Nanay sería el escondite perfecto para sus motos robadas, pero la Policía desbarató su plan al hallar los vehículos sumergidos bajo casas flotantes.
Los delincuentes, que operaban en pareja, utilizaban tablones para camuflar las motocicletas, sin imaginar que agentes las rescatarían con cuerdas en un operativo sorpresa.
La audacia del grupo quedó al descubierto cuando cámaras de seguridad grabaron sus ataques, dando pistas clave a las autoridades. Las motos, halladas en aguas del Nanay, ya fueron recuperadas y devueltas a sus legítimos propietarios. Este caso revela cómo la delincuencia adapta métodos para cometer sus fechorías.
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