Nueva York enfrenta una nueva ola de incertidumbre humanitaria. Más de 35 mil familias inmigrantes podrían quedar sin hogar debido al cierre de 13 hoteles-refugio, una medida anunciada para finales de junio y que afecta principalmente a madres con hijos pequeños, muchas de las cuales no pueden trabajar legalmente.
El caso de Valeria, madre migrante que vive desde hace ocho meses en un albergue, refleja el drama cotidiano. Sin permiso laboral ni ingresos, teme no poder pagar un alquiler. “¿Cuánto costará alquilar una casita?”, se pregunta con angustia.
Según la Oficina del Contralor municipal, hasta marzo de 2025, el 81% de las personas alojadas en refugios eran familias con menores. La eliminación de la app CBP One y la cancelación de permisos de trabajo complican aún más la situación de cientos de mujeres que buscaban insertarse laboralmente.
El histórico Hotel Roosevelt, uno de los refugios que será cerrado, simboliza la falta de opciones habitacionales para estas personas. Aunque el municipio promete reubicación, muchas familias aún no reciben información clara.
Programas como Promise NYC, que ofrece subsidios de hasta 700 dólares semanales para el cuidado infantil, no alcanzan a todos los beneficiarios potenciales. “La clave ahora es demostrar que están en un proceso de asilo para recuperar el permiso de trabajo”, señala Laura Guzmán, de La Victoria Foundation.
La incertidumbre crece en un contexto donde miles de mujeres migrantes se enfrentan al desamparo, la burocracia y la posibilidad de ser deportadas sin protección adecuada.
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