La comuna calcetera emprendió un insular operativo con el afán de liberar los espacios públicos que por varios años han venido siendo ocupados por los comerciantes, para ello los funcionarios ediles utilizaron una cisterna y echaron agua a la mercadería para de esta forma obligar a los vendedores a guardar sus productos dentro de sus tiendas.
El operativo se realizó en los jirones Sucre, 8 de Noviembre y Huancané, donde fueron rociados con agua por una cisterna durante un megaoperativo preventivo llevado adelante por la Subgerencia de Mercados y Plataformas Comerciales, Gerencia de Servicios Públicos, Gerencia de Transportes, Policía Municipal y la Policía Nacional del Perú.
A pesar de que los comerciantes ya habían sido notificados en reiteradas ocasiones, varios de ellos continuaron ocupando las veredas con productos como abarrotes, bebidas y materiales de ferretería, generando congestión y poniendo en riesgo la seguridad de los peatones.
Comentarios de Facebook