Durante un recorrido por puestos de ambulantes y locales se evidenció que atunes y conservas ofertadas en mercados de Lima estarían vencidas. En La Victoria, se hallaron latas sin fecha de vencimiento, con óxido y fabricadas por empresas ya desaparecidas, como una con RUC dado de baja en 2022.
Peor aún, en El Agustino, se vendían duraznos enlatados vencidos a mitad de precio, exponiendo a familias a riesgos como intoxicación o botulismo, que puede ser mortal si no se trata a tiempo.
Estas prácticas, comunes en mercados de la capital, aprovechan la demanda por productos económicos, pero omiten controles sanitarios básicos.
Las latas abolladas o mal almacenadas facilitan la entrada de bacterias como listeria, cuyos síntomas incluyen fiebre y diarrea, que ataca el sistema nervioso.
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