Arequipa enfrenta una preocupante alza en los casos de anemia infantil y desnutrición crónica, un problema que amenaza con perpetuar el ciclo de pobreza en la región. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar, el 44% de los niños entre 6 y 35 meses padece de anemia, es decir, 4 de cada 10 menores. Esta cifra ubica a la región arequipeña como la séptima a nivel nacional en este indicador, con consecuencias graves para el desarrollo físico e intelectual de la niñez.
Los efectos de la anemia en el primer año de vida son irreversibles. Estudios demuestran que esta condición puede reducir el coeficiente intelectual, limitar la capacidad de aprendizaje y afectar las oportunidades laborales futuras, perpetuando así los niveles de pobreza. Además, incrementa los gastos en salud de las familias. En términos económicos, la anemia representa una pérdida anual de 2.700 millones de dólares, equivalente al 0.62% del PBI nacional.
Patricio Lewis, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (Redes), advierte que la falta de acceso a alimentos nutritivos por parte de las familias de bajos recursos en Arequipa está agravando la situación. “Los recursos limitados impiden una dieta adecuada para madres gestantes y niños, cerrando el círculo de la pobreza”, señaló el profesional.
Este panorama se agrava con el aumento de la pobreza en la región. Según el Inei, Arequipa es una de las pocas regiones del país donde la pobreza subió en lugar de reducirse. Mientras el promedio nacional bajó a 27.6% en 2024, en Arequipa se elevó de 13.9% a 15.8%, lo que representa más de 34 mil nuevos pobres. Actualmente, 251 mil personas viven en situación de pobreza y 452 mil están en condición vulnerable.
La situación refleja un fuerte retroceso social. En 2019, antes de la pandemia, la pobreza en Arequipa era de solo 6%. Hoy, con un crecimiento económico regional de apenas 0.2%, muy por debajo del promedio nacional de 3.3%, la región sufre las consecuencias de una recuperación desigual. Si no se toma acciones urgentes, la anemia y desnutrición seguirán alimentando el círculo de pobreza, que amenaza a más del 40% de la población.
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