Nintendo ha endurecido su política contra la piratería. A pocos días del lanzamiento de la Nintendo Switch 2, la compañía japonesa ha actualizado su contrato de cuenta para usuarios en EE.UU., permitiéndose desactivar consolas que hayan sido modificadas o usadas con copias no autorizadas.
La medida amplía restricciones ya existentes, como evitar el uso de ingeniería inversa, copias no oficiales y eludir funciones de seguridad. Desde el 7 de mayo, Nintendo se reserva el derecho de suspender permanentemente tanto cuentas como dispositivos que infrinjan sus normas.
El impacto inmediato será en EE.UU., pero podría replicarse en otros países. En Europa, las sanciones no son tan explícitas, aunque también se prohíbe el uso comercial, la modificación y el alquiler no autorizado de los productos digitales.
Estas acciones se alinean con el objetivo de reforzar la seguridad del ecosistema digital de la compañía. El mensaje es claro: no se tolerará la piratería, y quienes alteren sus sistemas podrían quedarse sin acceso total a sus consolas.
Nintendo se prepara así para el debut de su nueva consola el próximo 5 de junio, marcando una línea dura contra cualquier uso indebido de sus productos.
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