Estados Unidos y China alcanzaron un acuerdo comercial tras dos días de negociaciones en Ginebra. El resultado: crearán un mecanismo de consultas para resolver la guerra arancelaria que enfrentaba a ambas potencias.
El anuncio fue hecho por la Casa Blanca. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, declaró que se lograron «avances sustanciales». Destacó la rapidez del entendimiento y agradeció al gobierno suizo por acoger las conversaciones.
El presidente Donald Trump, aunque no participó directamente, fue informado de cada paso. Según el representante comercial Jamieson Greer, el déficit comercial de 1,2 billones de dólares fue el detonante de esta política de emergencia nacional. Confían en que el acuerdo permitirá revertir esta situación.
Desde China, el viceprimer ministro He Lifeng confirmó el entendimiento. Aseguró que las conversaciones fueron «sinceras, exhaustivas y constructivas». También subrayó que el nuevo mecanismo abordará temas de interés mutuo.
Antes del anuncio, desde la administración Trump ya se mostraban optimistas. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, adelantó que el objetivo de su política era “abrir todos los mercados del mundo”.
Actualmente, Washington impone un arancel del 145% a productos chinos, mientras Pekín responde con un 125%. El acuerdo podría ser el primer paso para desactivar la guerra comercial más intensa de la última década.
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