La madrugada del martes 6 de mayo marcó un giro en el caso de la intoxicación masiva de 23 escolares en Puno, con la detención de Ronald Loza Machicao, exfuncionario de la Dirección Regional de Salud (DIRESA), sindicado como pieza clave en una presunta red de encubrimiento.
Según la Fiscalía, Loza habría recibido pagos ilícitos de la empresa Frigoinca S.A.C. para alterar informes microbiológicos, buscando eximirla de responsabilidad en la distribución de conservas contaminadas a través del programa Qali Warma.
El operativo “Los Fríos del Hambre”, liderado por el Ministerio Público y agentes del Departamento Desconcentrado de Investigación contra la Corrupción (DIRCOCOR), incluyó allanamientos en Arequipa y Puno. La captura de Loza se efectuó en un hotel de la avenida El Sol, en el centro de Puno. Aunque no se halló al implicado en su vivienda en Arequipa, esta fue registrada como parte de las diligencias, pues se presume que él la visitaba ocasionalmente. Se incautaron documentos y objetos de interés.
La investigación sostiene que entre febrero de 2023 y septiembre de 2024 Loza habría recibido pagos mensuales de Frigoinca para manipular los resultados de los análisis de alimentos. Esta artimaña permitió que la empresa eludiera sanciones tras el incidente de intoxicación, redirigiendo la culpa hacia un supuesto consumo de agua contaminada por parte de los alumnos del colegio Gamaliel Churata, ubicado en la provincia de San Román.
El caso revela no solo presuntos actos de corrupción y organización criminal, sino también la vulnerabilidad de los sistemas de control sanitario en programas alimentarios estatales.
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