Un inesperado desenlace. Edwin Samuel Apaza Calla (38), quien recientemente el sábado 3 de mayo, había recibido nueve meses de prisión preventiva por asesinar brutalmente a su tío, fue hallado sin vida en el calabozo del Área de Investigación Criminal (Areincri) PNP de Juliaca.
El hecho ocurrió cerca del mediodía de ayer, a solo horas de que fuera trasladado al Establecimiento Penitenciario.
ASÍ SUCEDIÓ
Según la información preliminar, el detenido utilizó un retazo de tela polar, el cual habría desprendido de su propia ropa para improvisar una soguilla, y así poner fin a su vida, probablemente, orillado por la depresión y sentimiento de culpa que atravesaba.
Asimismo, la soguilla fue amarrada a los barrotes de la puerta metálica de su celda.
Se conoció que cuando el personal policial realizaba el control rutinario del calabozo, notó algo extraño en la celda de Edwin Samuel, por lo que al ingresar alrededor de las 11:40 a.m., lo encontraron suspendido y aún con signos de vida.
SU MUERTE
De inmediato, los agentes del Areincri PNP lo trasladaron al Hospital Carlos Monge Medrano de Juliaca, donde el médico de turno, intentó maniobras de reanimación y salvarle la vida.
Sin embargo, pese a los esfuerzos, Edwin Apaza falleció minutos después de su ingreso. Su cuerpo fue internado en la morgue para realizar la necropsia, y realizar las diligencias correspondientes.
CRIMEN FAMILIAR
Como se sabe, el fallecido había confesado su crimen entre lágrimas durante la audiencia de prisión preventiva, solicitando una sentencia inmediata para no alargar el proceso judicial.
El homicidio ocurrió la noche del 26 de abril en la comunidad de Chimpa Jaran, salida a Cusco, donde atacó a su tío Elisbán Ricardo Ccalla Flores (59), golpeándolo con una piedra en la cabeza tras una acalorada discusión por terrenos.
El sobrino intentó ocultar el cadáver enterrándolo, pero finalmente lo arrojó al río Maravillas. Luego,el cuerpo fue encontrado tres días después por efectivos policiales de la Uneme PNP, tras la denuncia de la familia de la víctima.
SUS ANTECEDENTES
El detenido tenía antecedentes por violación, por lo que recientemente salió del penal tras cumplir su condena por ese delito.
Además, había aceptado su crimen alegando que: “Se le pasó la mano”, y ante las pruebas contundentes, el Juzgado de Investigación Preparatoria de San Román – Juliaca, a cargo del juez Santos Llanos Quispe, dictó prisión preventiva por el delito de homicidio calificado.
CUESTIONAMIENTO
El hecho ha generado cuestionamientos sobre el manejo del caso.
De acuerdo al informe de la Policía, el oficio del Poder Judicial que ordena el internamiento del detenido en el penal, aún no había llegado físicamente al Areincri PNP de Juliaca.
Sostienen que la Policía había solicitado reiteradamente dicho documento al Juzgado correspondiente a través de llamadas y mensajes, sin respuesta, pues dicha orden de traslado a la cárcel, debió ser emitida de manera inmediata.
Sin embargo, entre la 1:00 a 1:45 p.m., del mismo día, el especialista judicial, de iniciales H.R.V., recién se apersonó al área con el documento de traslado, cuando el detenido ya había fallecido.
INVESTIGACIÓN
Tras conocerse sobre el fallecimiento de Edwin, al interior del Depincri PNP, la Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos e Interculturalidad del Distrito Fiscal de Puno, inició con las investigaciones del caso para esclarecer si hubo o no negligencia en la custodia del detenido, o incumplimiento de funciones por parte del personal judicial.
Edwin Apaza deja dos hijos en orfandad. Asimismo, se presume que sintió miedo al saber que regresará al penal, en donde estuvo recluido por años.
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