Un cabo del Ejército peruano fue internado en el hospital Militar luego de haber presuntamente sufrido múltiples agresiones físicas dentro del cuartel Salaverry, en lo que sería un grave caso de abuso y violencia en el ámbito castrense. Se trata del soldado José E. A., de 18 años, quien decidió romper su silencio tras una brutal golpiza que, según su testimonio, lo dejó inconsciente.
José denunció que los maltratos comenzaron desde julio de 2024, pero fue la última agresión, ocurrida el pasado 27 de abril, la que lo llevó a contar su historia. Afirmó haber sido golpeado por diferentes miembros del Ejército, entre ellos un oficial, un suboficial y un compañero de promoción.
El joven cabo acusó directamente al subteniente EP Darío Hurtado de haberle propinado un fuerte golpe en el abdomen cuando le solicitó permiso para retirarse. Minutos después, ya en su zona de descanso, fue nuevamente agredido por el suboficial de tercera EP Chipana, quien lo habría golpeado dos veces en el cuello delante de sus compañeros, sin motivo aparente.
El episodio más grave ocurrió horas más tarde, alrededor de las 3 de la tarde, cuando José fue enviado por su compañero Aderlín Huamán a llevarle una gaseosa al polvorín del cuartel. Al probar la bebida, se percató que contenía licor, por lo que le preguntó a Huamán cómo había logrado ingresar alcohol al recinto militar, dado que está prohibido. Ante el temor de ser denunciado, Huamán lo habría golpeado brutalmente con un objeto contundente en la frente, dejándolo inconsciente.
Además, el cabo denunció que desde hace meses un superior, identificado con el apellido Choque, le exige sus propinas para gastar en el quiosco del cuartel, bajo presión y amenazas.
La denuncia fue presentada la mañana del lunes en la comisaría de Miraflores.
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