Un aparatoso accidente ocurrido en la vía de Azángaro-Juliaca ha dejado como saldo tres trabajadores del Programa Nacional de Vivienda Rural con heridas graves, luego de que el vehículo en el que viajaban colisionara violentamente con una miniván.
La unidad, un auto con placa V8B-019, era conducida por Máximo Cariapaza, quien, según trascendió, habría fallecido en el siniestro. Lo alarmante del caso es que el vehículo no contaba con el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) al momento del accidente, lo que ha generado el abandono de los heridos y que todos los gastos médicos sean asumidos por sus propios familiares.
Los afectados son Roger Abad Mamani Pacheco y Yorka Maribel Cabanillas Saavedra, ambos gestores sociales, y Liz Karen Sánchez Ortega, monitora social. Los tres se dirigían al distrito de San Tiago de Pupuja, donde trabajan como parte del Programa Nacional de Vivienda Rural, perteneciente al Ministerio de Vivienda.
Liz Karen Sánchez fue referida de urgencia a Arequipa, donde se encuentra en estado delicado con costillas rotas y los pulmones comprometidos. Sus familiares han asumido todos los costos de atención médica especializada.
Por su parte, Yorka Cabanillas tiene el fémur y la cadera fracturados, y requiere una intervención quirúrgica inmediata. En tanto, Roger Abad necesita una operación de clavícula urgente y se encuentra en evaluación neurológica debido a una preocupante pérdida de memoria.
La falta de un SOAT vigente en el vehículo siniestrado ha generado indignación entre los familiares y la comunidad local, quienes exigen una respuesta inmediata por parte del Ministerio de Vivienda y el apoyo necesario para cubrir los gastos médicos. Hasta el momento no se ha emitido un pronunciamiento oficial por parte del programa al que pertenecen los trabajadores.
Los familiares claman por atención urgente y justicia, mientras los afectados luchan por su recuperación en distintos centros médicos.
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