El canciller Elmer Schialer intentó sustentar ante el Congreso de la República la legalidad del salvoconducto otorgada a Nadine Heredia, pero fue rechazada por el Pleno. La decisión del Ejecutivo, que permitió que la ex primera dama —sentenciada a 15 años de prisión por lavado de activos— saliera del país rumbo a Brasil como asilada, ha generado una ola de críticas. Algunos congresistas ya hablan de interpelación y posible censura, no solo contra Schialer, sino también contra quienes avalaron esta decisión.
En este contexto, vuelve al centro del debate Gustavo Adrianzén, actual jefe del Gabinete Ministerial y recordado por su cercanía con Heredia Alarcón durante el gobierno de Ollanta Humala. Adrianzén fue protagonista de uno de los episodios más polémicos del nacionalismo cuando destituyó a la procuradora Julia Príncipe, quien investigaba a la entonces primera dama. Hoy, su rol es similar: defender a la presidenta Dina Boluarte ante los cuestionamientos judiciales y políticos que enfrenta.
No es el único rostro del humalismo en el entorno boluartista. El ministro de Trabajo, Daniel Maurate, también asumió ese cargo en el gobierno de Humala. Raúl Pérez Reyes, titular de Transportes, fue viceministro en ese mismo período, y Freddy Hinojosa, exjefe de Qaliwarma en la actual administración, también integró el equipo nacionalista. Incluso Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta, fue viceministro de Trabajo durante ese quinquenio.
La defensa cerrada de Adrianzén a Boluarte recuerda su actitud frente a Heredia, cuando también minimizó graves denuncias, como el audio donde la ex primera dama impartía órdenes al entonces ministro Pedro Cateriano. La historia parece repetirse: los mismos personajes, las mismas lealtades y una constante voluntad de blindaje político ante escándalos judiciales.
Comentarios de Facebook