Al menos cinco niños murieron y varios resultaron heridos en el incendio de un autobús escolar en el municipio de Uncía, en el departamento de Potosí, al suroeste de Bolivia.
El informe policial señala que el accidente ocurrió cerca de las 15.00 de este miércoles. Al finalizar las clases escolares, trece estudiantes subieron al vehículo estacionado frente al colegio que minutos después comenzó a arder. En medio de la desesperación y los gritos de auxilio, ocho niños lograron escapar por las ventanas y cinco quedaron atrapados en medio de las llamas.
Los cuerpos de las víctimas fueron llevados a la morgue y tras la realización de la autopsia fueron entregados a sus familiares. En tanto, a los menores heridos los trasladaron al hospital de la comunidad y a los que sufrieron quemaduras de mayor gravedad los llevaron a hospitales de Oruro y Potosí para recibir atención médica especializada.
Las investigaciones preliminares señalan que el bus incendiado funcionaba con un método de gas licuado de petróleo y se presume que alguna falla en el sistema provocó una fuga y la explosión de dos garrafas. De igual forma, el vocero del comando de la Policía de Potosí, coronel Limberth Choque, informó que el vehículo, que a diario trasladaba a estudiantes de comunidades lejanas, no contaba con la documentación requerida para circular.
El chofer del vehículo, de 53 años de edad, quedó aprehendido por la Policía y se constató que no portaba su licencia de conducir en el momento del hecho. “El bus era indocumentado y no contaba con las condiciones mínimas de seguridad. Cumplía el servicio diario de transportar a los estudiantes de comunidades alejadas”, informó el coronel Choque. La Policía continúa investigando las circunstancias del accidente para determinar responsabilidades.
“Con un profundo sentimiento de tristeza, nos unimos al dolor de las familias de los cinco niños que perdieron la vida en el trágico incendio de un autobús en Potosí. Este hecho nos deja a todos consternados”, agregó el mandatario.
La seguridad del transporte es una preocupación en Bolivia, donde los accidentes vehiculares masivos ocurren con frecuencia y dejan varios fallecidos. Solo entre el 26 de enero y el 3 de marzo se registraron 120 muertos en accidentes de tránsito interdepartamental.
Las investigaciones de estos casos revelan una serie de falencias y falta de rigurosidad en los controles estatales: vehículos en mal estado, exceso de pasajeros, falta de relevo de los conductores, choferes sin licencia e incluso en estado de ebriedad.
Adicionalmente, las sanciones administrativas suelen ser leves y no incluyen más que la suspensión temporal de las empresas y el pago de multas.
Las autoridades, fuera de las acostumbradas condolencias a los familiares de las víctimas y los pedidos de investigación las causas, no se suelen referirse a los problemas estructurales que provocan estos hechos ni a las medidas que deben asumir para evitarlos, como garantizar la rigurosidad de los controles y el endurecimiento de las sanciones.
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