Ante el temor por su seguridad y la de su familia, un empresario pagó 500 soles a una banda de extorsionadores, quienes, bajo amenazas, le exigían completar el pago de 3.000 soles o enfrentaría graves consecuencias.
Las extorsiones comenzaron el 15 de marzo a través de mensajes y llamadas por WhatsApp. Los delincuentes le enviaron fotografías de su vivienda y su laboratorio clínico, exigiéndole una «colaboración» para no atentar contra su familia. Ante esta situación, la víctima bloqueó los números, pero las amenazas continuaron desde distintas líneas telefónicas.
Aterrorizado, el empresario accedió a depositar 500 soles a nombre de Ana Lidia Chinga Cabello (33). Sin embargo, tras investigar su paradero y comprobar que las amenazas persistían, decidió acudir al área de Secuestros y Extorsiones de la Divincri para denunciar el caso.
Con la información obtenida, los agentes policiales viajaron a la localidad de Lomas, en la provincia de Caravelí, donde recibieron datos que indicaban que Ana Chinga se encontraba en Marcona, Nasca (Ica). Finalmente, la mujer fue detenida en flagrancia por el delito de receptación.
La sospechosa fue trasladada a Arequipa para continuar con las investigaciones y determinar la identidad de los demás integrantes de la banda que mantiene atemorizados a empresarios, comerciantes y ciudadanos.
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