La misteriosa y nueva adquisición de Perú Libre, un inmueble valorizado en miles de soles que estuvo fuera del radar. Se ubica en este edificio de Lince y la compradora, representante del lápiz y de Vladimir Cerrón, hoy prefiere no transparentar nada.
Su nombre: Ana María Córdova Capucho. Acérrima defensora, alfil indiscutible del prófugo Vladimir Cerrón, tal como lo muestran estas fotografías en eventos políticos.
Con Cerrón en la clandestinidad, esta mujer, que pertenece a la cúpula de Perú Libre, tiene un rol clave en este momento dentro de Perú Libre: manejar las cuentas bancarias a nivel nacional y comprar bienes para del partido del prófugo, investigado también por lavado de activos.
Según el último informe de la institución, Perú Libre, con la plata de todos los peruanos y sin el debido sustento, pasó factura de remodelaciones, periódicos y hasta arreglos florales. Hoy esta oficina es su flamante adquisición.
¿Para qué se compró esta nueva propiedad, la única que figura en los registros públicos a nombre de Perú Libre en Lima? Hasta ahora, la oficina está cerrada. Nadie responde al llamado de la puerta. Todo indica que no tendría fines partidarios.
Cuarto Poder accedió a los documentos notariales de la nueva compra de Perú Libre. Este es el comprobante de la transferencia. La plata salió de la cuenta bancaria del partido operativa en Caja Huancayo. El costo total: 256 mil 610 soles por la oficina 702 al interior del conocido edificio El Dorado, ubicado en la cuadra 24 de la avenida Arequipa, en Lince.
Según el documento de compraventa, el depósito data del 10 de diciembre del año pasado. Fue Ana María Córdova Capucho quien hizo esta transacción en representación de Perú Libre. Ana María Córdova goza de la entera confianza del hoy prófugo Vladimir Cerrón. En esta fotografía se muestran sonrientes, abrazados, después de un evento partidario. Ambos, compartían la mesa central durante sus proclamas de nueva constitución.
El año pasado, una sala del congreso se utilizó para hacer arengas para el prófugo Vladimir Cerrón. En esta clara burla a la justicia, en primera fila, se encontraba Ana María Córdoba rindiéndole devoción al sentenciado por corrupción. Por aquel entonces era asesora de la vicepresidencia que maneja Waldemar Cerrón. Ahora, dio el salto a la Comisión de Educación del Congreso, presidida por el congresista perulibrista Segundo Montalvo.
En suma, tiene el aval del prófugo Cerrón, no es tesorera del partido, pero le dieron las facultades para también conocer y manejar las cuentas de Perú Libre, según esta resolución. Ella misma compró este inmueble y es, de primera mano, la que conoce cual es verdadero fin de esta oficina en Lince y de dónde salieron los más de 250 mil soles para pagarla al contado.
Siendo servidora pública, asesora del congreso pagada con nuestros impuestos, prefiere la opacidad para su partido Perú Libre.
Ana María Córdova, a quien le abrieron una investigación fiscal por obstrucción a la investigación por terrorismo que pesaba sobre ella, recibió en enero último este contundente informe de la ONPE. Como secretaria nacional de organización del Perú Libre, le comunicaban el mal uso de los fondos públicos administrados por su partido.
Sin embargo, la ONPE detectó que el partido de Cerrón gastó casi 31 mil soles en la publicación de periódicos que nada tenían que ver con la difusión de actividades de formación y capacitación del partido. Pagaron 81 mil soles por la defensa legal de Perú Libre ante las investigaciones de organización criminal y lavado de activos. Hasta cogieron ese dinero para enviar arreglos florales. Cambiaron puertas, mayólicas, pintaron escaleras, oficinas y la fachada del local central en la avenida Brasil, hoy, desde afuera, evidentemente descuidado y con inscripciones en las paredes. El documento concluye así:
A tres meses de comprado este inmueble del partido, todo indica, sigue inoperativo, como si fuera un recinto fantasma. Esta semana, Cuarto Poder tocó en dos días distintos las puertas de la oficina 702, pero nadie atendió. Aparentemente su finalidad entraña un secreto, que esta mujer nunca lo dirá ante cámaras.
Silencios, mal manejo del dinero público y una nueva oficina, de la que se desconoce su fin, para el partido del prófugo Vladimir Cerrón.
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